Chimenea

Hola Majones es un pueblo muy tranquilo y muy divertido, me lo paso muy bien cuando voy de vacaciones y tan solo tengo 9 años. Voy cada verano por allí y muchas veces en invierno tambien. Os invito a que lo visiteis!!!hasta pronto!!


Patricia Anaya.

Hola:Majones es un pueblo precioso y sus alrededores son dignos de visitar.El rehabilitar las antiguas casas incluso los pajares no creo que sea una aberración sino darle vida al pueblo y evitar que desaparezca.

En esta fotografía se pueden observar 2 chimeneas típicas del Alto Aragón. La de la izquierda pertenece a Casa Samitier, habitada. La de la derecha es de Casa Valeriano, deshabitada desde hace muchos años, y que está en estado de ruina. Es una lástima que se caiga, ya que cuando lo haga, nadie se preocupará por hacerla igual que la original. Así vamos perdiendo nuestro patrimonio cultural.

Hola como estais hace tiempo que no os escribia he enseñado a una amiga en una foto le a gustado mucho.

Majones es un pueblo pequeño, pero con encanto. Tan sólo viven 3 personas fijas todo el año, pero en fines de semana y verano somos muchos los que acudimos. Tiene una Iglesia Románica muy singular, y un torreón defensivo del S. XV que merece la pena verlo por su grandiosidad. Os recomiendo que vengais a pasear por sus tranquilas calles. Aún pueden admirarse 3 magníficas chimeneas típicas de estas zonas, que deseo que se sigan conservando, y no se sigan cometiendo aberraciones en las reformas de casas ... (ver texto completo)

Majones ermoso como el solo tranquilo y jugador mui especial los pregoneros que an sido todos estos años asta aqui estamos vesos patricia anaya gordillo.

Preciosa torre... Y verdaderamente lamentable el depòsito de materiales de construcciòno. Qué vergüenza.

Este magnífico torreón defensivo data del S. XV. En la parte delantera de la imagen podemos ver una muestra del poco respeto que tienen algunos por el patrimonio de todos. Se trata de un montón de arena para construcción, cubierto por unas horribles planchas metálicas, que parece estar colocado de manera definitiva, puesto que lleva ahí muchos meses sin ningún uso aparente.