Este conflicto no necesita presentación, la guerra sucedida entre 1936 y 1939 tiene su
reflejo en la sociedad actual. Aunque sí que es más desconocida la participación del
castillo de
Monzón en la contienda. Es en este punto donde los milicianos deciden utilizar las dependencias del castillo de Monzón con un doble motivo. En concreto como almacén y en segundo lugar como
refugio antiaéreo. Para este menester son usadas tanto las galerías subterráneas excavadas un siglo antes por el
ejército español, como las dependencias interiores, En concreto una sala también excavada en
piedra bajo la antigua
iglesia Templaria de
San Nicolás. Esta que anteriormente había sido usada como almacén de municiones, caballerizas, e incluso como cárcel, pasará a la
historia de la Guerra Civil como refugio antiaéreo de la población de Monzón.