En el día de ayer atravesamos por primera vez la comarca del Serrablo, tantas veces oída y leída, y la verdad que nos quedamos prendados de su belleza y soledad. Teníamos la intención de tomar un café en el primer
bar que encontráramos, pero no apareció hasta la
carretera principal
Huesca-Sabiñánigo (
Casa Cosme). Cruzamos
Laguarta y la pena es que no nos detuvimos, sobretodo después de haber visto el cariño que le tiene la gente.
Escribimos desde
San Sebastián y prometemos que volveremos.
ANIMO!!