Ayer visitamos la zona, nos encanto, es una zona remota y mal comunicada, pero bella y única.
La carrasca de
lecina, enorme, antiquísima, maravillosa, solamente por ver ese ejemplar único y expectacular, merece la pena el viaje, además el
pueblo es muy coqueto y esta muy cuidado.
Me quedo con un buen sabor de voca a pesar de que el
restaurante que anuncian, estaba cerrado y no pudimos tener mejor savor de voca, respecto a lo culinario que imagino se comera en el estupendamente.