La cripta norte, conocida como la "sala del tesoro" es el espacio donde se encuentran las pinturas a las que referimos en el capítulo correspondiente. Se puede observar cómo la bóveda de medio cañón de la pequeña nave voltea apoyada en el doble muro que a tal efecto fue construído adosado al original. En la urna estuvieron durante muchos años los restos de San Valero (Obispo y patrón de Zaragoza)