Iglesia construida entre los siglos XII y XVI, en origen fue una
ermita y un abaciado. La construcción se compone de dos partes principales: la iglesia y la residencia prioral. La iglesia, presenta planta regular y contiene ocho
altares. Entre ellos sobresale el mayor, que es un hermoso
retablo renacentista en el que aparecen diez relieves de madera policromada escenificando la vida de la Santísima
Virgen, y una talla de madera policromada de la Virgen con el Niño.