Santa Cruz de La Serós es una preciosa localidad situada en la margen izquierda del
río Aragón, al fondo de un
valle situado en la
Sierra de
San Juan de la Peña (
Huesca). La localidad se halla al pie de las peñas de San José que bordean el
monte de San Salvador.
En un principio su nombre era Santa Cruz, pero al habitar el lugar las monjas benedictinas (llamadas las Sorores), por alusión a ellas, terminó llamándose Santa Cruz de la Serós, apocopando el nombre.
Realmente este lugar es un paso obligado antes de visitar San Juan de la Peña, germen del primitivo Reino de Aragón.
La pequeña localidad tuvo gran relevancia en su momento, pues en ella se construyeron dos
edificios románicos de gran importancia: la
iglesia del antiguo
monasterio de santa María (siglo XI); y la iglesia de San Caprasio, patrón de la villa (iglesia
románica lombarda del siglo XI).
También encontramos en la localidad un bello
casco antiguo que se sitúa en el lado izquierdo del barranco de Santa Cruz. Observamos que sus
calles y sus
casas están situadas de manera anárquica. En el lado derecho se han abierto casas nuevas, pero que no desentonan del entorno.
Las casas son de planta rectangular de varios pisos, generalmente tres. Con
tejados a doble vertiente, muy inclinados, sobre los que se alzan las típicas
chimeneas o “chamineras” de forma cónica o cilíndrica, en cuya parte superior están abiertas con una especie de ranuras llamadas “espantabrujas”, tan típicas del Pirineo. Muchos edificios han sido restaurados y los de nueva construcción no desentonan del resto.
El material constructivo fundamental es la
piedra, escuadrada o labrada, usando para reforzar las
esquinas el sillarejo. Las casas están realizadas siguiendo las condiciones climatológicas de la zona, tejados a dos vertientes pronunciadas, pequeños vanos para evitar el frío, etc.
Los dinteles de las
puertas y
ventanas son arquitrabadas de piedra o madera. Vemos
portadas doveladas en
arco de medio punto, adinteladas con salmeres tallados y jambas de piedra.