Real
Monasterio de
San Juan de la Peña,
Monasterio Viejo.
S. XII.
El
claustro, uno de los más reproducidos de toda
España, es también de los más bellos, pues tiene por techumbre la misma
roca de la peña en donde se encuentra. Levantado hacia mediados del siglo XII es de planta rectangular algo irregular (15 x 10 m.). En origen un muro hoy desaparecido cerraba el claustro por el norte lo que lo aislaba del exterior y lo dejaba oculto a la vista.
Sobre un podio se alzan los
arcos de medio punto decorados por un guardapolvos con ajedrezado jaqués. Los arcos se apoyan en
columnas simples, dobles o cuádruples con ritmo alternante, mientras que en las cuatro
esquinas descansan en machones de corte recto. Constan de basa y varias molduras con
adornos de bolas. En la actualidad se conservan íntegros dos alas del claustro y un poco menos de la mitad de una tercera, habiendo desaparecido en su totalidad una cuarta ala. Las alas mayores situadas al norte y al sur disponían de diez arcadas mientras que los lados menores situados al este y oeste sólo seis.
Cada
capitel desarrolla varias escenas, distribuidas por las distintas facetas del mismo, algunos
capiteles desarrollan amplias escenas mientras que otros representan escenas muy sencillas, algunos de ellos son de difícil interpretación y sólo nos podemos aproximar a su significado.
En el claustro falta un ala completa del mismo, esta desapareció en el incendio de 1675 y algunos de sus capiteles con decoración vegetal e historiada se encuentran distribuidos de forma aleatoria por el monasterio o en el pequeño
museo.
El muro que hace de medianera con la
iglesia se encuentra cubierta con lápidas epigráficas correspondiente a necrológios de los siglos XIII y XIV de monjes del monasterio. La única excepción es la del obispo Sancho de
Huesca que es del siglo XI, pues falleció el 10 de diciembre de 1021 (de
la era hispana).
En el claustro podemos encontrar dos
capillas de construcción más moderna. La
Capilla de San Victorián del siglo XV y la Capilla de San Voto del siglo XVII. Junto a la roca mana una
fuente de
agua, hoy protegida por una pequeña construcción.