Santa María de la Nuez toma su nombre de la
ermita que se encuentra en las proximidades de este lugar, Nuestra Señora de la Nuez. Junto a esta ermita se levanta la
casa del santero y las salas de los romeros: Sala de las
santas Nunilo y Alodia; Sala de
San Antonio y Sala de
sarsa de Surta. En su portal dovelado aparece grabado el año 1.552. Este nombre fue tomado porque tanto la
Virgen como el niño que se sienta sobre sus piernas sujetan sendas ramas de
nogal.
En el siglo VII, época visigoda (bajo el reinado de Recesvinto), la Virgen María apareció a un pastor en la Peña de los
Santos, con un ramo de nogal en la mano. Un siglo más tarde, inmerso el Biello Sobrarbe en violentas batallas por la reconquista, que enfrentaron a musulmanes y cristianos, éstos ocultaron la imagen de la Virgen en la
cueva Pelegrín primero y en la oquedad del tronco de un nogal después para salvarla. No corrió tanta suerte tras la guerra civil, que fue destruida, pero gracias a las crónicas del padre Faci (s./XIII), sabemos que la imagen
románica era de madera policromada. Portaba en su mano derecha una rama de nogal, al igual que el niño Jesús. Ambos vestían ornamentos donados por los fieles, corona de plata y joyas.