En el siglo XIX se hizo muy conocido el cura de
Saravillo, mosén Bruno Fierro (1803-1889), del cual todavía existen numerosas historias, canciones y del que se puede leer algún libro. Dicen que ayudó al General Prim a pasar la frontera y cuando volvió el mosén le fue a pedir un favor y no le hizo ni caso.
Mosén Bruno Fierro era
amigo de contrabandistas y fue protagonista de episodios de
pesca,
caza,
juego de pelota y tiro de barra.