Es mi
Iglesia, donde me confirmarón, comulgarón y me enseñaron a rezar, seguidamente a la iglesia se ve la tapia del
cementerio, donde de niña me
Fueron a parar más de una pelota jugando, por lo cual nunca he tenido miedo
De los muertos, ya que nunca me dijeron nada cuando iba a recoger la pelota.