Hay un
bar donde preparan
comidas caseras de encargo.
también hay hospedaje económico en unas pequeñas cabañas de
piedra que tiene cocina, cuarto de estar, baño propio y un dormitorio. Son muy acogedoras.
La pista de acceso no es muy bueno, pero no hay que asustarse. Merece la pena subir y disfrutar de las maravillosas vistas del Pirineo.