La
iglesia de
San Pedro de
Siresa es el único resto arquitectónico del
monasterio, quizá el más antiguo de
Aragón. Está situado junto al
río Aragón Subordán, y en la antigua
vía romana que comunicaba con el Bearn.
Hay quien piensa que ya podía existir en época visigoda, pero la documentación no aparece sino en el siglo IX, y es quizá el 25-XI-833, cuando fue fundado por el conde Galindo Aznárez I, quien puso la congregación bajo la regla de San Crodegando; más tarde fue restaurado por Ramiro I y reformada su comunidad por Sancho Ramírez, quien la sometió a la Orden de San Agustín, quedando el monasterio como priorato independiente del obispado de Jaca.