El 31 de julio de 2014 giré visita a un
amigo de
Botaya. Cenamos mi mujer y yo con este amigo y su
familia y en la sobremesa me invitó a fumar un cigarro en la
terraza de su
casa que da a un amplio
valle. Apenas nos habíamos instalado en la terraza, apagó la luz, cosa que me sorprendió y le pregunté el por qué. Me comentó que le gusta ver las estrella en la oscuridad.
Entonces fue cuando me fijé en aquel
manto de negro terciopelo y mis ojos se quedaron prendados de aquellas pequeñitas, pero infinitas,
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