Me encanta
Graus, siempre recuerdo cuando era pequeña, mi padre es de
Torres e ibamos en
verano y
Navidad, antes de llegar a Torres parabamos en Graus a
comprar carne y "longaniza" y algún juguete, y me daban un
paseo por esos porches y
calles tan entrañables, después parabamos en un
bar y finalmente comprabamos unos
pasteles.
Años después ya iba yo sola pero por la
noche..."la
fiesta y el ambiente os lo recomiendo"
Ahora tengo ganas de volver y visitarlo de día y de noche otra vez!!!