Benerables lamas os pido disculpas, os cargo con mi pesar y sois tan amables para escuchar y mostrar el
camino, sinto verguenza porque nada más que busco consuelo, cuando lo que estoy callendo es en la desidia atrapada por este espectaculo que nos hace sentirnos tan alegres y tan desgarradamente tristes.
Se que el camino es perfecto, mi ser lo sabe, es el que me hace sonrreir cuando ante mis ojos se hace visible la trampa de la tristeza y de la alegria y de los enfados del orgullo del miedo...
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