Me he comprado una casita en el pueblo de Urdués, y es una maravilla levantarse por la mañana y ver el valle, pasear por sus caminos cerca del rio y echarse uno la siesta oyendo el rumor del arroyo. Se respira tranquildad en cada esquina del pueblo. Cuando vayas a Hecho, justo antes de llegar a la derecha, no te pierdas este precioso pueblecito "típico de montaña".