La
torre de Doña Blanca. Situada sobre el extremo sur del meandro, al lado mismo de la
Iglesia de
Santa María. Es considerada como uno de los tres
castillos, junto con el
castillo en sí y la torre del Andador, que conforman el sistema defensivo de la ciudad. Presenta una altura de 18 metros y planta cuadrada con gruesos muros de mampostería. El acceso se realiza a través de una
puerta situada a más de ocho metros de altura sobre el suelo exterior, con lo que se pretendía garantizar la defensa en caso de asedio. El interior se divide en cuatro plantas y desde en la última se accede a una
terraza superior, que hace las veces de
mirador de la ciudad