-Edad Media
Con la presencia musulmana en el 711 d. C, un clan familiar Ibn Razin dio su nombre a la villa. Durante la desintegración del Califato de Córdoba en 1030, ya antes en el 1010 disfrutaban de una independencia los Banu Razin por estar ubicados en una zona aislada de la Serranía.
En el año 1104, los almorávides incorporaron a su Imperio los dos únicos reinos de taifas que todavía se mantenían libres: el de los Banu Razin y el de los Hud de Saraqusta. Tras ser expulsados los almorávides desde Balansiya (Valencia) en 1145 paso Albarracín a depender de los reinos musulmanes de Balansiya y Mursiya que se declararon entre sí la fitna (guerra civil) hasta que en 1147 quedó todo el Levante bajo la autoridad de Abu Abdala Muhammad ben Mardanis conocido como el rey Lobo de Mursiya (Murcia).
Durante la Edad Media se puso de manifiesto la ambición de los reyes de Aragón y del Obispo de Zaragoza de considerar a Albarracín y su tierra, zona de expansión del reino.
En 1122 Alfonso I El Batallador al recibir como vasallo suyo a Céntulo de Bigorra en Morlans le hace la donación de la Santa María de Albarracín.
Posteriormente en diciembre del 1134, el Obispo de Zaragoza obtiene de Ramiro II El Monje las iglesias que pertenecieron al término de Albarracín.
Esta donación fue confirmada después por el rey castellano Alfonso VII de Castilla El Emperador quien mediaba en la soberanía aragonesa en aquel tiempo.
Posteriormente el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1158 confirmaría al Obispo de Zaragoza D. Pedro Torroja las iglesias de Albarracín.
Alfonso II de Aragón estando Gerona otorga al caballero Calveto de Biel viñas, molinos y otras posesiones y derechos de las tierras de Albarracín y en 1170 entrego el mismo rey Alfonso II las Iglesias de Albarracín al Obispo de Zaragoza.
Sería en 1170 cuando el Señorío de Albarracín consigue su independencia a manos del caballero navarro Pedro Ruiz de Azagra, testimoniada desde esta fecha.
Se le atribuye a la donación hecha a este caballero por el rey Lobo de Mursiya (Murcia) en pago de sus servicios.
De aquella época procede la independencia política y después la eclesiástica pues el Obispado de Albarracín se le hace depender del Arzobispo de Toledo.
Al proseguir la conquista cristiana hasta Teruel en 1171 y luego el rey castellano Alfonso VIII de Cuenca, Albarracín quedo transformado en un reino independiente siendo sus señores, la familia Azagra y fue este pequeño Estado independiente de Aragón y de Castilla y atacado a veces por ambos reinos.
El Señorío de Albarracín supo mantenerse independiente de ambos reinos hasta el 1379. La familia Azagra dirigió Albarracín desde el 1170 al 1260 que pasó a la hija y heredera de D. Álvaro Pérez de Azagra Dª Teresa casada con el Señor D. Juan Nuño de Lara.
Este poderoso señor metió a Albarracín en conflictos bélicos contra Pedro III El Grande de Aragón y se alió con Felipe III Anjou El Atrevido, rey de Francia y de Navarra y todos los conflictos de los Infantes de la Cerda en Castilla lo soporto Albarracín.
En el 1284 Pedro III rey de Aragón puso sitio a Albarracín y la logro capitular por hambre.
Sería en luchas anteriores entre castellanos y árboles en montó el rey Jaime II incorporó definitivamente a Albarracín a la Corona de Aragón dándole el título de ciudad y su representante se sentaban en la cortes en el reino celebrando deserciones en Huesca.
Esta situación se mantuvo hasta que al morir Jaime II y subió al trono su hijo Alfonso IV El Benigno quien para reconciliarse con Castilla contrajo matrimonio con DªLeonor, hermana de Alfonso XI de Castilla y le entrego a la Infanta castellana Albarracín.
Al morir Alfonso IV en 1336, Dª Leonor de Castilla por temor al rey Pedro IV El Ceremonioso abandonó el reino de Aragón y se refugió con su hijo en Albarracín.
Castilla hizo respetar a Pedro IV El Ceremonioso la independencia del Señorío de Albarracín.
Albarracín y su soberano, el hermanastro de Pedro IV El Ceremonioso interfirieron en todas las revueltas de la Unión contra el rey tanto en Aragón como en Valencia. Estas violencias se incrementaron cuando Pedro IV se alió con el bastardo Enrique II de Trastamara en su guerra contra Pedro I El Cruel de Castilla. El rey de Castilla invadió en 1356 a Aragón y Valencia y en esta guerra Pedro IV consiguió llevar a su hermanastro, al Señorío de Albarracín hasta su palacio donde lo asesinó en 1363.
Consumado el fratricidio Pedro IV asumió el derecho de ser reconocido soberano de Albarracín.
No obstante como la Guerra contra Castilla seguía, las gentes de la Sierra apoyaron a la viuda de Señor, la Infanta Dª Inés de Portugal, refugiada en Albarracín y los naturales de aquí se negaron durante varios años a ser vasallos del rey de Aragón alegando varias razones como primero que DªInes podía tener un hijo y después declararon que sin renunciar al juramento que hacían prestado a su soberana natural, no lo dejarían nunca de obedecerla y defenderla.
DªInés se transformó en un personaje importante en la política internacional pues estaba tras ella Castilla y el rey Felipe IV de Francia y de Navarra a cuyo reino intentó huir con unos salvoconductos falsos, enviados por este último rey.
Inició su partida pero fue hecha prisionera en Borja por los agentes del rey de Aragón Pedro IV siendo conducida al castillo de Luna, donde fueron ajusticiados sus acompañantes y luego se la trasladó a Huesca.
Albarracín que era opuesto a esta huida, se vieron con dificultades cuando fue asesinado Pedro I El Cruel rey de Castilla en Montiel por su hermanastro Enrique II de Trastamara ayudado por el mercenario francés Beltrán Duglesclin pero fue su salvación que los vecinos de Molina se negaran a ser vasallos del traidor, puesto que Enrique II había dado aquel señorío al francés como premio por sus servicios pero los naturales de Molina proclamaron soberano a Pedro IV de Aragón.
Nuevamente Castilla y Aragón se declararon la guerra y Albarracín siguió rechazando las aspiraciones de Pedro IV de Aragón.
Fue posteriormente cuando ya el anciano rey de Aragón Pedro IV consiguió incorporar a Albarracín y a su Comunidad a la Corona de Aragón previo pacto firmado en Fraga con los representantes del antiguo Señorío.
En este pacto el rey de Aragón recibió el juramento de fidelidad de Albarracín y su Comunidad y a cambio reconocía y juraba los Fueros de la ciudad.
Albarracín se incorpora a la Corona de Aragón donde conservaba toda su situación jurídica de casi total independencia administrativa y judicial dado bajo la autoridad de un juez y asistido por los Procuradores de la Ciudad y Comunidad, elegidos por insaculación cada dos años y quedaría Albarracín así ante las convulsiones políticas que se producirían a lo largo del siglo XVI.
-Edad Moderna.
El siglo XVI supuso para Albarracín su continua lucha para la defensa de sus Fueros. Hubo un momento que estuvo junto a Teruel contra el rey Felipe II, pues ambas ciudades enviaron tropas obedeciendo al llamamiento del Justicia Mayor de Aragón Juan de Lanuza en 1591 originado por el encarcelamiento del Secretario del rey Antonio Pérez y su huida al reino de Aragón.
Su tenacidad fue testigo de una fuerte represión siendo apartada del perdón que el rey Felipe otorgó a los aragoneses. En1598 los de Albarracín y su Comunidad llegaron a un acuerdo con el rey con la renuncia de sus libertades y sus Fueros perdiendo su personalidad y originaría tanta lucha la decadencia en el siglo XVIII.
Se mantuvo estas disposiciones durante siglo XVII bajo la autoridad de los oficiales reales pues sólo se altero el Fuero en aquello que se oponía al sometimiento a la autoridad del rey y de sus oficiales y como anteriormente e dieron sentencias arbitrales.
Con la presencia musulmana en el 711 d. C, un clan familiar Ibn Razin dio su nombre a la villa. Durante la desintegración del Califato de Córdoba en 1030, ya antes en el 1010 disfrutaban de una independencia los Banu Razin por estar ubicados en una zona aislada de la Serranía.
En el año 1104, los almorávides incorporaron a su Imperio los dos únicos reinos de taifas que todavía se mantenían libres: el de los Banu Razin y el de los Hud de Saraqusta. Tras ser expulsados los almorávides desde Balansiya (Valencia) en 1145 paso Albarracín a depender de los reinos musulmanes de Balansiya y Mursiya que se declararon entre sí la fitna (guerra civil) hasta que en 1147 quedó todo el Levante bajo la autoridad de Abu Abdala Muhammad ben Mardanis conocido como el rey Lobo de Mursiya (Murcia).
Durante la Edad Media se puso de manifiesto la ambición de los reyes de Aragón y del Obispo de Zaragoza de considerar a Albarracín y su tierra, zona de expansión del reino.
En 1122 Alfonso I El Batallador al recibir como vasallo suyo a Céntulo de Bigorra en Morlans le hace la donación de la Santa María de Albarracín.
Posteriormente en diciembre del 1134, el Obispo de Zaragoza obtiene de Ramiro II El Monje las iglesias que pertenecieron al término de Albarracín.
Esta donación fue confirmada después por el rey castellano Alfonso VII de Castilla El Emperador quien mediaba en la soberanía aragonesa en aquel tiempo.
Posteriormente el Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1158 confirmaría al Obispo de Zaragoza D. Pedro Torroja las iglesias de Albarracín.
Alfonso II de Aragón estando Gerona otorga al caballero Calveto de Biel viñas, molinos y otras posesiones y derechos de las tierras de Albarracín y en 1170 entrego el mismo rey Alfonso II las Iglesias de Albarracín al Obispo de Zaragoza.
Sería en 1170 cuando el Señorío de Albarracín consigue su independencia a manos del caballero navarro Pedro Ruiz de Azagra, testimoniada desde esta fecha.
Se le atribuye a la donación hecha a este caballero por el rey Lobo de Mursiya (Murcia) en pago de sus servicios.
De aquella época procede la independencia política y después la eclesiástica pues el Obispado de Albarracín se le hace depender del Arzobispo de Toledo.
Al proseguir la conquista cristiana hasta Teruel en 1171 y luego el rey castellano Alfonso VIII de Cuenca, Albarracín quedo transformado en un reino independiente siendo sus señores, la familia Azagra y fue este pequeño Estado independiente de Aragón y de Castilla y atacado a veces por ambos reinos.
El Señorío de Albarracín supo mantenerse independiente de ambos reinos hasta el 1379. La familia Azagra dirigió Albarracín desde el 1170 al 1260 que pasó a la hija y heredera de D. Álvaro Pérez de Azagra Dª Teresa casada con el Señor D. Juan Nuño de Lara.
Este poderoso señor metió a Albarracín en conflictos bélicos contra Pedro III El Grande de Aragón y se alió con Felipe III Anjou El Atrevido, rey de Francia y de Navarra y todos los conflictos de los Infantes de la Cerda en Castilla lo soporto Albarracín.
En el 1284 Pedro III rey de Aragón puso sitio a Albarracín y la logro capitular por hambre.
Sería en luchas anteriores entre castellanos y árboles en montó el rey Jaime II incorporó definitivamente a Albarracín a la Corona de Aragón dándole el título de ciudad y su representante se sentaban en la cortes en el reino celebrando deserciones en Huesca.
Esta situación se mantuvo hasta que al morir Jaime II y subió al trono su hijo Alfonso IV El Benigno quien para reconciliarse con Castilla contrajo matrimonio con DªLeonor, hermana de Alfonso XI de Castilla y le entrego a la Infanta castellana Albarracín.
Al morir Alfonso IV en 1336, Dª Leonor de Castilla por temor al rey Pedro IV El Ceremonioso abandonó el reino de Aragón y se refugió con su hijo en Albarracín.
Castilla hizo respetar a Pedro IV El Ceremonioso la independencia del Señorío de Albarracín.
Albarracín y su soberano, el hermanastro de Pedro IV El Ceremonioso interfirieron en todas las revueltas de la Unión contra el rey tanto en Aragón como en Valencia. Estas violencias se incrementaron cuando Pedro IV se alió con el bastardo Enrique II de Trastamara en su guerra contra Pedro I El Cruel de Castilla. El rey de Castilla invadió en 1356 a Aragón y Valencia y en esta guerra Pedro IV consiguió llevar a su hermanastro, al Señorío de Albarracín hasta su palacio donde lo asesinó en 1363.
Consumado el fratricidio Pedro IV asumió el derecho de ser reconocido soberano de Albarracín.
No obstante como la Guerra contra Castilla seguía, las gentes de la Sierra apoyaron a la viuda de Señor, la Infanta Dª Inés de Portugal, refugiada en Albarracín y los naturales de aquí se negaron durante varios años a ser vasallos del rey de Aragón alegando varias razones como primero que DªInes podía tener un hijo y después declararon que sin renunciar al juramento que hacían prestado a su soberana natural, no lo dejarían nunca de obedecerla y defenderla.
DªInés se transformó en un personaje importante en la política internacional pues estaba tras ella Castilla y el rey Felipe IV de Francia y de Navarra a cuyo reino intentó huir con unos salvoconductos falsos, enviados por este último rey.
Inició su partida pero fue hecha prisionera en Borja por los agentes del rey de Aragón Pedro IV siendo conducida al castillo de Luna, donde fueron ajusticiados sus acompañantes y luego se la trasladó a Huesca.
Albarracín que era opuesto a esta huida, se vieron con dificultades cuando fue asesinado Pedro I El Cruel rey de Castilla en Montiel por su hermanastro Enrique II de Trastamara ayudado por el mercenario francés Beltrán Duglesclin pero fue su salvación que los vecinos de Molina se negaran a ser vasallos del traidor, puesto que Enrique II había dado aquel señorío al francés como premio por sus servicios pero los naturales de Molina proclamaron soberano a Pedro IV de Aragón.
Nuevamente Castilla y Aragón se declararon la guerra y Albarracín siguió rechazando las aspiraciones de Pedro IV de Aragón.
Fue posteriormente cuando ya el anciano rey de Aragón Pedro IV consiguió incorporar a Albarracín y a su Comunidad a la Corona de Aragón previo pacto firmado en Fraga con los representantes del antiguo Señorío.
En este pacto el rey de Aragón recibió el juramento de fidelidad de Albarracín y su Comunidad y a cambio reconocía y juraba los Fueros de la ciudad.
Albarracín se incorpora a la Corona de Aragón donde conservaba toda su situación jurídica de casi total independencia administrativa y judicial dado bajo la autoridad de un juez y asistido por los Procuradores de la Ciudad y Comunidad, elegidos por insaculación cada dos años y quedaría Albarracín así ante las convulsiones políticas que se producirían a lo largo del siglo XVI.
-Edad Moderna.
El siglo XVI supuso para Albarracín su continua lucha para la defensa de sus Fueros. Hubo un momento que estuvo junto a Teruel contra el rey Felipe II, pues ambas ciudades enviaron tropas obedeciendo al llamamiento del Justicia Mayor de Aragón Juan de Lanuza en 1591 originado por el encarcelamiento del Secretario del rey Antonio Pérez y su huida al reino de Aragón.
Su tenacidad fue testigo de una fuerte represión siendo apartada del perdón que el rey Felipe otorgó a los aragoneses. En1598 los de Albarracín y su Comunidad llegaron a un acuerdo con el rey con la renuncia de sus libertades y sus Fueros perdiendo su personalidad y originaría tanta lucha la decadencia en el siglo XVIII.
Se mantuvo estas disposiciones durante siglo XVII bajo la autoridad de los oficiales reales pues sólo se altero el Fuero en aquello que se oponía al sometimiento a la autoridad del rey y de sus oficiales y como anteriormente e dieron sentencias arbitrales.