RENEGANDO DE SU PASADO
Aquel hombre labrador renegaba de su pasado, eran los años de 1960, el hombre estuvo en la guerra incivil, fue herido en Albarracín, donde tuvo días que pensaba que se moría, sus heridas de metralla fueron grabes, Este hombre que estuvo toda la guerra en el llamado bando nacional, pensaba que los hombres de la agricultura mejorarían después de tan grandiosas batallas, y de promesas que nunca se cumplieron, sus veintitrés años le hicieron creerse lo que en realidad nunca vivió, en su pueblo les prometieron muchas mejoras, pero luego en la realidad no fue así, y aunque su familia tenían propiedades, el hombre tenía que trabajar a tope para sacar a su familia adelante. Un día estando en el bar me confeso todas sus ideas, yo solo era un chaval que escuchaba atento a las personas mayores, Me habló del engaño que a él le hicieron creerse cuando era joven, pero que en la realidad todo fue mentira, solo los que hablaban de mejorar a las personas del campo, se hicieron millonarios, ocupando cargos, las personas como él decía que solo servimos para trabajar duro, no hemos ganado nada, eso sí perdimos tres años de vida dura, jugándonos la vida cada día en el campo de batalla, y él hombre decía al final, si pudiera borrar el pasado, y volver atrás me habría ido al extranjero, para no ver lo que vi, ni sufrir lo que sufrí, me llamo joven y me dijo que nadie te lie, la guerra solo es destrucción y muerte, con odios acompañados que arrastraras de por vida, El hombre aquel me dejó descolocado, yo pensaba que era un ser humano con ideas para siempre, pero estaba equivocado, odiaba la guerra al darse cuenta que estuvo a la muerte, y muchas promesas o casi todas fueron mentiras, me comentó al final de la charla, Abraza a la Paz, sueña con ella y si puedes vivir siempre en Paz mejor que mejor, Sus palabras me hicieron pensar muchos días, yo también odio a las guerras y los señores de las guerras que se enriquecen con ellas mientras el pueblo llano derrama su sangre, esperando ser compensado, falsedad no les faltan a los que sueñan con guerras inhumanas, que destruyen los pueblos y las personas. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre labrador renegaba de su pasado, eran los años de 1960, el hombre estuvo en la guerra incivil, fue herido en Albarracín, donde tuvo días que pensaba que se moría, sus heridas de metralla fueron grabes, Este hombre que estuvo toda la guerra en el llamado bando nacional, pensaba que los hombres de la agricultura mejorarían después de tan grandiosas batallas, y de promesas que nunca se cumplieron, sus veintitrés años le hicieron creerse lo que en realidad nunca vivió, en su pueblo les prometieron muchas mejoras, pero luego en la realidad no fue así, y aunque su familia tenían propiedades, el hombre tenía que trabajar a tope para sacar a su familia adelante. Un día estando en el bar me confeso todas sus ideas, yo solo era un chaval que escuchaba atento a las personas mayores, Me habló del engaño que a él le hicieron creerse cuando era joven, pero que en la realidad todo fue mentira, solo los que hablaban de mejorar a las personas del campo, se hicieron millonarios, ocupando cargos, las personas como él decía que solo servimos para trabajar duro, no hemos ganado nada, eso sí perdimos tres años de vida dura, jugándonos la vida cada día en el campo de batalla, y él hombre decía al final, si pudiera borrar el pasado, y volver atrás me habría ido al extranjero, para no ver lo que vi, ni sufrir lo que sufrí, me llamo joven y me dijo que nadie te lie, la guerra solo es destrucción y muerte, con odios acompañados que arrastraras de por vida, El hombre aquel me dejó descolocado, yo pensaba que era un ser humano con ideas para siempre, pero estaba equivocado, odiaba la guerra al darse cuenta que estuvo a la muerte, y muchas promesas o casi todas fueron mentiras, me comentó al final de la charla, Abraza a la Paz, sueña con ella y si puedes vivir siempre en Paz mejor que mejor, Sus palabras me hicieron pensar muchos días, yo también odio a las guerras y los señores de las guerras que se enriquecen con ellas mientras el pueblo llano derrama su sangre, esperando ser compensado, falsedad no les faltan a los que sueñan con guerras inhumanas, que destruyen los pueblos y las personas. G X Cantalapiedra.