Los orígenes de
Alcañiz como asentamiento de población estable son difusos. Pese a considerarse el despoblado de Alcañiz el Viejo como su precedente, el poblamiento actual parece que procede de época musulmana, ya que su nombre actual proviene del árabe, quizá de Al-Qannis, que significa "las cañas o cañizos", muy abundantes en la ribera del
río Guadalope que rodea con un meandro la ciudad.
Su origen se remonta a una antigua fortaleza
romana que fue recuperada del dominio musulmán por Alfonso I de
Aragón en 1119. Cinco años después, el rey cedería este lugar a los hermanos Fruela y Pelayo, como punto de defensa que no tardó en perderse. Treinta años después, en 1157 el Conde de
Barcelona Ramón Berenguer IV, príncipe de Aragón por su matrimonio con la Reina Petronila I de Aragón, la reconquistaría, ampliando su término para hacer frente al azote musulmán, pero no tardó en volver a perderse, hasta la segunda reconquista llevada a cabo por su hijo Alfonso II de Aragón, quien, en 1179, cedió el
castillo de Alcañiz a la Orden de Calatrava, comenzando así una pugna que duraría siglos entre el concejo y la Orden.
En 1411 fue sede del parlamento de la Concordia, creado para elegir al sucesor de la Corona de Aragón en
Caspe, tras la muerte del rey Martín I "el Humano", rey de Aragón. Gracias a este hecho consiguió el título de Ciudad de la Concordia, con la elección del Castellano Fernando de Antequera como sucesor y dando fin al Compromiso de Caspe. Que evitó una guerra civil entre los reinos de la Corona de Aragón.
En 1462 sufrió las acometidas de los castellanos y catalanes sublevados contra Juan II. Participó activamente en el sometimiento de la secesión catalana de 1640, contribuyendo con hombres y dinero, por lo que Felipe IV de
España como recompensa le concedió el título de ciudad en 1652.
El 26 de enero de 1809 se produce el "Sitio de Alcañiz", donde las tropas españolas retiradas del Cordón de Samper defienden la ciudad frente a las tropas francesas del general Wathier, con 2000 infantes, 500
caballos, 3 cañones y un obús, con los que cerca la ciudad. Los improvisados defensores suman 1500 hombres, en su mayoría bisoños y mal armados. Salieron a recibir al enemigo 700 paisanos, de los cuales murieron 140, de ambos sexos, en la primera acometida. Poco más tarde el francés se introduce en el casco urbano por la zona del matadero, y durante tres horas el fuego es vivísimo entre ambos bandos, principales escenarios del combate fueron la
calle Mayor y la
plaza del Carmen, donde valientes defensores, como Miguel Rufí y Tomás Barreda, disparaban desde sus
casas y luchaban cuerpo a cuerpo contra el invasor.
Esta gesta heroica fue bien cobrada por los ocupantes: saqueo, destrucción e incendio de viviendas y
monumentos, asesinatos y violaciones por doquier. La orfebrería de plata de la
iglesia parroquial fue fundida frente a su
portada para transformarse en lingotes y llevarlas a
Francia para no recuperarse jamás. Igual suerte corrieron las reliquias de
San Vicente Ferrer. Junto con la destrucción del Archivo Municipal. Ejemplos de barbarie durante los meses que permanecieron los franceses apostados en el antiguo Castillo Calatravo. Hasta su retirada hacia Híjar, La Puebla de Híjar y Samper de
Calanda el día 21 de Mayo ante la nueva ofensiva española comandada por don Joaquín Blake, valiente oficial irlandés al servicio de España, cuyo valor y patriotismo fue comparable a su desdichada fortuna en las batallas en las que se batió frente al francés. Se afirma que su única victoria fue la "Batalla de Alcañiz", sucedida el 23 de mayo de 1809.
De una población de 7000 habitantes a principios del siglo XIX, se pasó a 1.700 vecinos en 1813. El desastre no fue menor al de
Zaragoza, aunque si mucho menos conocido. Según Eduardo Jesús Taboada: "había en Alcañiz un montón de
ruinas, poca gente y mucha miseria, su riqueza, sus archivos y sus títulos, todo había sido pasto de las llamas". Por su resistencia al invasor en esta guerra, le fue concedida a la ciudad el título de "Muy Leal". Por resistir los asaltos de los carlistas y permanecer leal al gobierno Isabelino, el rey don Alfonso XII le concedió el título de "Heroica".
ALCAÑIZ: c. con ayunt. de la prov. de
Teruel (22 leg.), cab. del part. jud. de la adm. de rent. y de
correos de su nombre, aud., terr. c. g. y dióc. de Zaragoza (14). SITUACIÓN Y CLIMA. Se halla sit. á la márg. der. del r. Guadalope, en el declive de un cerro suelto al cual rodea casi por todos lados: su posición topográfica la deja libre a la influencia de los vientos del S. y NO. fríos siempre, estos últimos aun en el
verano, y contribuye también a su limpieza y aseo porque los grandes aguaceros arrastran las basuras de las
calles hasta el mencionado r: su clima insalubre 58 años atrás por las exhalaciones mortíferas de un terr. pantanoso llamado la
Laguna que habia inmediato a la pobl., hoy, que aquel se ha reducido a cultivo, es saludable sin que se conozcan otras enfermedades que las fiebres intermitentes algo endémicas que se desarrollan en el estío y entrada de
otoño.
CAMINOS. Por la parte oriental y occidental de la c. se encuentran caminos carreteros en mediano estado, los demás que se encuentran en el térm. son comunales, y la mayor parte de herradura.
CORREOS. Se despachan y reciben tres cada semana para Zaragoza, dos para Tortosa, otros dos con los
pueblos del part., y uno con Daroca, Teruel y Morella. PRODUCCIONES. Se coge en abundancia y de la mejor calidad aceite, seda, trigo, cebada, maíz, avena, y todo género de
frutas y
hortalizas, poco vino (porque no se dedican los labradores al cultivo de las viñas), judías, centeno y cáñamo: la cria de
ganado lanar es también abundante, la hay igualmente de ganado cabrío, y se saca miel y cera de escelente clase.
INDUSTRIA.
Fábricas de jabón, de sombreros ordinarios, telares de sayales, y varios tejidos de estambre, hilados de seda, elaboración de la cera en primera y segunda mano, calderas de
hornos de yeso,
molinos de aceite, de
agua y batanes. Antiguamente fueron muy buenas las fáb. de jabón que habia. Eran casi las únicas de alguna nombradía que se conocían en Aragón y otras partes, pero a principios del siglo pasado, en cuyo tiempo existían 20 que consumían un considerable número de a. de aceite, se impuso el ruinoso impuesto de tres sueldos jaqueses por cada a. que se fabricaba, y que pagan los jaboneros al
hospital de Ntra. Sra. de Gracia de Zaragoza, razón por la cual, y en virtud a no haberse alcanzado librar a la ind. española de las mortales trabas que en este ramo solo sufre Aragón, imposibilitándole la competencia con los
mercados nacionales y extranjeros, las ha reducido a tal estado de decaimiento, que apenas se cuentan tres en el día, y estas de poquísimo movimiento, con lo que a la par que los fabricantes, sufren los cosecheros de aceite del pais, y consumidores del jabón, notabilísimos perjuicios.
COMERCIO. Consiste principalmente en la esportacion para Zaragoza,
Valencia y
Cataluña de aceite, seda, lana, trigo, cebada y maíz, e importación de vino de Cataluña, géneros ultramarinos, quincallería y tejidos de algodón, lino y lana. Para facilitarlo celebra esta c. dos
ferias al año: la primera para Pascua de Resurrección, y la segunda en el 15 de agosto. Los principales objetos de los negocios que se hacen, son paños, pañuelos, telas, sombreros, zapatos, costales, cuerdas, quincalla, cáñamo, lino, cerragería, ferrería, cuchilleria y guarniciones para las bestias. Turrones y dulces de toda especie, vino, licores y tocino salado. Antes solo habia una
feria, en la que tenían lugar las referidas transacciones, mas ahora, aumentada la segunda, y manteniendo las yerbas del
monte más de 24,000 cab. de ganado lanar y de pelo, principian a hacerse algunas ventas y cambios en este género, al que se aumenta el de las caballerías para la labor, que tanto se necesita en este dilatado y feraz terreno.
POBLACIÓN Y RIQUEZA: 1,275 vec., 5,100 alm.: CAP. IMP. 1.727,909 rs. vn.
* Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz.
Madrid, 1845.