Está situado al pie de los
Puertos de
Beceite, la más destacada cadena montañosa del noreste de la provincia. En su término municipal nacen y discurren los
ríos Matarraña, Ulldemó, Algás y Pena junto a bosques, conglomerados y sierras. El casco urbano de la villa se encuentra bien conservado y en él destacan los cinco portales con los que cuenta el perímetro
medieval del núcleo histórico, además de la lonja
gótica del siglo xv con varios
arcos ojivales. La
iglesia parroquial de
San Bartolomé (siglos xvii-xviii), cuya
portada barroca con
columnas salomónicas preside la
plaza de la Constitución, conserva una
capilla del siglo xii, que parece provenir de la primitiva iglesia erigida por los templarios. El interior del templo parroquial fue recientemente restaurado y se compone de tres naves entre las que sobresale la gran
cúpula; el
altar mayor original y el altar del Rosario fueron quemados en 1938 durante la Guerra Civil. El
puente sobre el
río Matarraña fue construido por los templarios en el siglo xii. El casco urbano cuenta además con la
ermita de
Santa Ana de estilo renacentista, la «presoneta» antigua cárcel de Beceite, el Palau, varios
torreones defensivos y los conocidos como Fuerte de
Cabrera, importante plaza durante las guerras carlistas.
El río Matarraña, que nace en Beceite, forma varias pozas o 'tolls'. Asimismo, varias acequias, ramales y brazales surcan las
calles del
pueblo.
Beceite, como el resto de los diecisiete
pueblos de la comarca del Matarraña, tiene como lengua propia una variante occidental del catalán