Hasta ayer, no conocía
Anento. Tanto es así que aun con
mapa me costó encontrarlo.
Aunque un
amigo, de
Burbaguena, me había hablado de él, me sorprendió gratamente. Mi amigo me habló de un
pueblo que estuvo a punto de desaparecer, y que recientemente había vuelto a resurgir.
¡Casi me parecia imposible!
Me atrevería a decir que es un milagro lo que está ocurriendo. Ha encontrado el
camino que no han sabido coger otros
pueblos que se resignan a la desaparición.
Conocí a su alcalde, una persona
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