Los mejores recuerdos de mi infacia: todos los veranos en casa de mi abuela, en el bar de mi tio, con mi primo enseñandome a ir en bici, a destrozarme todos los años las rodillas, a pescar con mi padre, e incluso a buscar caracoles...
Tu primera pandilla, las noches estrelladas en el convento.eso nunca se olvida...nunca.
Tu primera pandilla, las noches estrelladas en el convento.eso nunca se olvida...nunca.