Este templo iniciado en 1644, se alza sobre el solar de la
casa de M. J. Pellicer donde tuvo lugar el "Gran Milagro" el 29-III-1640.
Aquel día y aquí, entre las 10 y las 11 de la
noche, le fue súbitamente restituida, mientras dormía, su pierna derecha, amputada en el
hospital de Gracia de
Zaragoza en 1637, hacía dos años y cinco meses.
Tras un proceso de diez meses, con comparecencia de 25 testigos, el arzobispo don Pedro Apaolaza, dio sentencia positiva el 27-IV-1641 sobre el inaudito prodigio.