Cantavieja es un municipio turolense que pertenece a la comarca del Maestrazgo, enclavado entre las Sierras de Palomita, al Norte y la de la Dehesa, al sur, y emplazado sobre un resalte rocoso dominando el valle, forma un emplazamiento defensivo natural. Sus casas miran a un profundo acantilado, al que nos asomamos a través de un mirador situado detrás de su Plaza Mayor y comprendemos por qué el General Cabrera emplazó aquí su cuartel general en las Guerras Carlistas.
Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1981. Su interés no sólo radica en sus monumentos arquitectónicos y estructura medieval del casco urbano antiguo, sino también en su pasado histórico que hace de Cantavieja un enclave primordial en la historia medieval y contemporánea del Maestrazgo turolense.
También posee un paisaje abrupto con grandes barrancadas y con gran valor paisajístico, y también se celebran unas bonitas fiestas y ferias, en especial las fiestas patronales de agosto.
Cantavieja está en un punto ideal para realizar rutas turísticas por el Maestrazgo, por el cruce de carreteras que se concentran en él, las carreteras de Castellón, la de Teruel y la de Morella. Y por la cercanía de pueblos monumentales como Mirambel, La Iglesuela del Cid etc... También por sus alojamientos, dispone de hotel de tres estrellas, una pensión, y numerosas casas rurales.

- La Plaza de Cristo Rey o Plaza Mayor Porticada, formada por el ayuntamiento del siglo XVI en cuyo salón de actos hay un espléndido artesonado de madera.
- La Iglesia de la Asunción, obra barroca de proporciones catedralicias, el templo más grande de la diócesis de Teruel, tras la Catedral de la capital, con una planta de ocho tramos, construida entre 1730 y 1745, datando la Torre del año 1612.
- El Mirador de El Portillo.
- La Iglesia de San Miguel, obra templaria de principios del siglo XIV y de estilo gótico, que contiene un sepulcro apoyado sobre cabezas de leones, y que según algunos autores es la tumba del último caballero de la Orden.
- Ermita de Loreto, de 1700.
- Antiguo Hospital y Convento, de 1775, adosado a la iglesia de San Miguel.
- Restos del Castillo y actual Calvario.
- El recinto amurallado, adaptado a la orografía triangular, que cuenta con varias casas colgantes.
- Casas solariegas.
- De la casa del Bayle o Casa de Cabrera queda la portalada de piedra, ubicada en el Cuartel de la Guardia Civil.

- 17 de junio San Lamberto.
- 10 de julio San Cristóbal.
- Entre el 22 y 26 de agosto Virgen de Loreto (Fiestas patronales).
- Tercer domingo de septiembre, Feria tradicional.

Su economía es principalmente agrícola y ganadera, en especial la cría y engorde de cerdos y la recría de ganado lanar y vacuno. La construcción y la explotación de canteras de piedra rústica también son actividades importantes. Entre los productos gastronómicos destacan el jamón con denominación de origen de Teruel y el queso de Tronchón. La gastronomía es rica en platos basados en productos derivados del cerdo y el cordero, abundando los guisos, estofados y platos al horno.

En su término se han encontrado restos paleolíticos, íberos y romanos. Según la leyenda, su castillo fue construido por Aníbal, quien llamó al lugar Cartago Vetus.
La ciudad fue un enclave musulmán hasta la conquista cristiana, en 1169, por parte de Alfonso II de Aragón. Durante la Baja Edad Media, Cantavieja fue cabeza de la Baylía de Cantavieja, administrada por los Caballeros Templarios.
Recibió su Carta Puebla en 1225. La villa fue posesión de la Orden de San Juan tras la desaparición de la Orden del Temple.
El comercio de lana y la ganadería hicieron que durante el siglo XVIII la población prosperara económicamente, y son de este siglo los principales edificios que se conservan.
La ciudad fue un importante enclave carlista durante la Primera Guerra Carlista, hasta el punto que el general Ramón Cabrera, apodado El Tigre del Maestrazgo, la convirtiera en la capital de la Comandancia General del Maestrazgo. La ciudad fue fortificada y también sirvió de cuartel al general Marco de Bello durante la Tercera Guerra Carlista.

Un paseo por su bello trazado urbano nos traslada rápidamente al Medievo, sus calles estrechas esconden en cada curva pintorescos rincones con cuidados edificios como fondo. Algunos de ellos, como el antiguo hospital barroco de San Roque, así como la iglesia parroquial de La Asunción, obra del siglo XVII o la de San Miguel, construcción gótica, con sepulcro del mismo estilo en su interior.
Por su singular belleza destaca la Casa Consistorial, ubicada en un edifico de origen románico, fabricado en mampostería y sillería, en cuyo interior sobresale el hermoso artesonado del Salón Principal. Continuando con la arquitectura civil destacan otras viviendas con balconadas resaltadas por trabajadas rejerías como la Casa Bayle, el Mas Fortificado y la Casa Novales.
Perfilando la silueta del pueblo se hallan las ruinas del antiguo castillo hoy convertido en un gran calvario. Lo preside una capilla de planta circular en lo que antes era la torre del homenaje.
En los alrededores más cercanos y completando esta riqueza patrimonial se levantan las ermitas de Loreto, San Blas y San Antonio.
A escasos kilómetros se encuentran otros bellos municipios como Iglesuela del Cid, con un hermoso centro urbano plagado de numerosas casas-palacio entre las que se distingue el Ayuntamiento, cuyo salón de plenos está decorado con una bella techumbre gótica. Además conserva el único taller textil artesanal en funcionamiento de toda la provincia de Teruel. Mirambel se destaca por la exquisita conservación de su casco urbano, declarado igualmente Conjunto Histórico Artístico, de él sobresalen las murallas que lo defendían con cinco accesos de entre los que resalta el Portal de las Monjas.