Hoy
Castellote posee un clima "mediterráneo continental", pero esto no siempre fue así, ya que hace unos 110 millones de años (en el Cretácico Albiense) era una zona costera de marismas y su clima era tropical húmedo.
Estas condiciones propiciaron el desarrollo de grandes
árboles de más de 20 m de alto, cuyos restos fósiles los podemos contemplar en el yacimiento del "Barranquillo". Todavía no se ha hecho más que acondicionar la parte más superficial, pero se cree que entre los troncos todavía no exhumados podrían existir restos de las primeras plantas con
flores de la Península.
Contemporáneos a estos majestuosos árboles fueron los dinosaurios que camparon por la zona, que vivieron en los periodos Jurásico y Cretácico. También se han encontrado restos de dinosaurios como son los dientes de diferentes especies, encontrados en los Vallipones.
La presencia del "Homo-Sapiens" sin lugar a dudas, es muy antigua, así lo atestigua la mandíbula de
Molinos,
pueblo que parte el termino municipal con Castellote, que es el resto de Homo-Sapiens más antiguo de
Aragón.
En la
Fuente del Ballester, en el Subidor de la Calzada, y en Vallipón hay yacimientos de la Edad del Bronce. También se han encontrado en Vallipón, Castellote, Fuente el Salz, numerosos yacimientos de la edad del hierro, correspondientes posiblemente a los últimos
campos de urnas del s. VI a. C.. Todos estos yacimientos no han sido estudiados ni excavados, por lo que no se sabe de su importancia.
La zona pasó a ser poblada por los ilercavones (pueblo íbero). Posiblemente las impresionantes tumbas excavadas en la
roca encima del chorro de
San Juan de las
Cuevas, en un entorno casi paradisíaco, pertenezcan a ese pueblo; el enclave de este lugar sagrado nos muestra como veneraban a la
naturaleza. También existen poblados pertenecientes a este periodo.
De la ocupación
romana, sabemos que sus tropas destruyeron los poblados de consejo del Tío Anico y
Pilón de San Pablo en
las Parras de Castellote, pero probablemente no existiera ningún asentamiento importante en la zona.
Castellote como la mayor parte de la península fue ocupada por los musulmanes (sobre el 713-714). Hacia el 800 formaba parte, primero del Emirato y después del Califato de
Córdoba. Con los Reinos de Taifas pasaría a formar parte de la importante Taifa de
Zaragoza (1108-1110). No resulta extraño pensar que por las tierras de Castellote paseara el Cid Campeador, no en vano siendo general en jefe del
ejercito de la Taifa de Zaragoza, bajo el reinado de Al-Mutamin, reedificó el cercano
castillo de
Olocau del Rey.
La huella dejada por los árabes fue grande, como una compleja red de riego con numerosas presas, azudes, acequias,
acueductos etc. Tan perfectas que aun en nuestros días se siguen utilizando. Se cree que fueron ellos quienes primero fortificaron Castellote.
No existen constancias, pero parece seguro que Castellote fue conquistado por Alfonso I de Aragón, aunque tras la muerte del Batallador, la zona volvió a manos musulmanas.
No es hasta 1168-69 cuando, bajo el reinado de Alfonso II de Aragón "El Casto", Castellote pasa a formar parte del Reino de Aragón que, junto al Condado de
Barcelona ya formaban la Corona de Aragón.
Don Gascón de Castellot dio su aprobación para la donación del Castillo a la orden del
Santo Redentor, en la cual había ingresado. Gascón consiguió afianzar la frontera y conquistar Villarluengo, pero Alfonso II culpa del retraso en el avance de la frontera a la Orden del Sto. Redentor y la disuelve en 1196, pasando sus pertenencias a formar parte a la Orden del Temple, que concedió a la localidad Carta Puebla en 1282.
Los templarios de Castellote no debieron de ser malos señores, pues los villanos desobedecieron las ordenes reales de combatir a los frailes, y muchos de ellos se sitiaron con ellos en el castillo, sufriendo cerco que pudo ser burlado en varias ocasiones, hasta el 2 de noviembre, fecha en que los hambrientos frailes y su herido comendador, Guillén de Villalba, se rindieron tras 11 meses de sitio. Las posesiones del Temple pasaron a la Orden de San Juan y, en 1318, Castellote ya tiene nuevo comendador. Esta Orden siguió en la villa hasta 1769.
Castellote no volvería a ser tomado hasta la Guerra de la Independencia, cuando el general francés Musnier, el 22 de diciembre de 1809, marcha contra Castellote con mas de 2.500 hombres. Además de otros destrozos, quemaron los archivos y documentos de la Villa.
No tardó mucho Castellote en volver a ser escenario de luchas y batallas, ya que fue escenario de una de las más duras y cruentas batallas de la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
En 1839 se produce el "Abrazo de Vergara" por el que los Carlistas del Norte se rinden ante los liberales al mando de Espartero, ya sólo quedan Carlistas en Aragón,
Valencia y
Cataluña al mando de
Cabrera, con lo cual los "isabelinos" pudieron concentrar sus tropas en nuestro territorio y Cabrera se ve obligado a fortificar muchos de los antiguos
castillos (estas obras son muy claras de diferenciar en el castillo de Castellote porque frente a la obra templaria de sillería muy bien trabajada, los Carlistas realizaron estas obras en mampostería).
El 21 de Marzo de 1840, Espartero acampó a dos horas de Castellote con 32 batallones y 19 cañones y obuses. El día 26, tras cruentas batallas y ya habiendo tomado la parte oriental del castillo, los isabelinos intentaron entrar en el
torreón, último reducto, pero son rechazados. Fracasados todos los intentos utilizados por Espartero solo le quedaba usar la
mina pero los sitiados, que se dieron cuenta de su situación se rindieron el día 27. Espartero se ocupó de que a los sitiados se les respetara la vida y les elogió delante de sus tropas por cómo habían defendido la
plaza.
La destrucción continuó durante la Guerra Civil. Tanto el Bajo Aragón como el Maestrazgo estaban bajo mando republicano, por lo que algunas personas de ideología conservadora, forman una sociedad secreta en una
cueva de
Ladruñán llamada "Cueva Cambriles", esta sociedad se llamo "La Caverna". Se constituyó el 20 de abril de 1937 y se disolvió el 18 de septiembre del mismo año.
De esta época sólo cabe destacar la
boda en Castellote de uno de los principales mandos del ejercito republicano, Enrique Líster y el acuñamiento de papel moneda.