El
Castillo de
Castellote fue ordenado construir por Alfonso II en el siglo XII, sobre una fortaleza reconquistada a los musulmanes por Alfonso I.
Los únicos elementos importantes que se conservan son una sala que podía ser una
capilla y la
Torre del
homenaje, situada en el extremo del recinto que quedó muy rebajada tras su dinamitación en las Guerras Carlistas. También perduran varias
murallas y
torreones, restos del recinto fortificado que lo rodeaba.