Un recuerdo de mi infancia. Ibamos a veranear a La Aldehuela, junto a
Teruel capital. Alquilábamos una casita mas bien hacia las afueras del
pueblo y tenía, casi enfrente, un gran
árbol con una rama de la que colgábamos el columpio.
Recuerdo el verdín, unas
ruinas a donde íbamos a deslizarnos (el esbarizaculos) sentados sobre un trozo de arpillera o un trozo de cartón.
Recuerdo, con pena, que una tarde mi hermana mayor volvió a
casa tarde, a la hora de la cena, y mi madre la castigó y la mandó
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