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CRETAS

Habitantes: 638  Altitud: 563 m. 
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Situación:

Cretas, con una extensión de 52,66 km², es un municipio de la provincia de Teruel, en la comarca de Matarraña. Se encuentra situada entre los pueblos de Valderrobres y Calaceite, cerca de los puertos de Beceite.

Monumentos:

- IGLESIA DE LA ASUNCIÓN, es el edificio que mejor define el perfil de Cretas. Si bien, la parroquia a la que pertenece esta bajo la advocación de San Juan Bautista, hecho que a menudo provoca confusiones en su nomenclatura. Se levanta en el siglo XVI, tomando el relevo de un templo anterior construido probablemente en el siglo XIII. Para levantarla se rompió el trazado de la antigua muralla y se ocupó el lugar de uno de los antiguos portales, siendo el maestro constructor Sebastián Deixado, que firma únicamente como “xado”. Sobre la puerta se representan las figuras de San Pedro y San Pablo ambas enmarcadas en círculos. Sobre ellas un friso con bajorrelieves representando la pasión y la muerte de Jesús. En el primer frontón sobre las cinco hornacinas, hoy vacías, se representa a Dios como padre eterno y un poco más arriba en el frontón superior, un nuevo relieve representando la Coronación de la Virgen por la Trinidad. Durante la guerra civil sufrió un considerable expolio perdiendo gran parte de su decoración interior recuperándolo lentamente en los años posteriores hasta 1983 cuando la iglesia de la asunción es declarada Bien de Interés Cultural.

- CALLE MAYOR, en el mismo corazón de Cretas. Entramos a ella pasando bajo el arco que se abre en la llamada casa Sapera, antigua casa familiar construida probablemente en el siglo XV.
Desde la casa Sapera hasta la Plaza Mayor, el trazado de Cretas sigue una estructura que bien podría remontarse hasta un origen musulmán, con una calle central de la que se derivan otras más estrechas y originalmente sin salida.

- LA CASA TURULL, que recibe su nombre de esta ilustre y antigua familia cuyos miembros formaron parte de la vida social de Cretas en los siglos XVII y XVIII. Su fama les llegó por ser constructores de órganos para iglesias, siendo responsables desde su taller en Cretas y a lo largo de varias generaciones, de los órganos de Vilafranca, Tarazona, Zurita, y una larga lista entre los que destaca especialmente el de la iglesia de Morella. Los Turull fueron directamente responsables de la construcción de ocho de los más relevantes edificios de la población. Tampoco podemos pasar por alto, la aportación de Felicisimo Turull a la hora de levantar la capilla de San Antonio de Padua, situada en esta misma calle en agradecimiento al santo por no haber sufrido percances durante la construcción de los edificios mencionados.

- PLAZA MAYOR, el centro neurálgico de la vida social en Cretas, un auténtico crisol de la historia del municipio y su punto de reunión más destacado. Lo más característico de la plaza es su magnifica columna central, originaria de 1584 y construida probablemente para un futuro edificio consistorial del que Cretas carecía en aquel momento por pertenecer administrativamente a Alcañiz. Dicha columna estuvo, hasta bien entrado el siglo XX, más allá de las murallas de la población, cerca de la capilla de San Roque. Sobre ella, el antiguo escudo de la población, con los signos que nos hablan de su larga historia. La cruz de la orden de Calatrava, fundadores cristianos de Cretas y señores de la misma hasta el siglo XV. El cordero pascual, símbolo eclesiástico posiblemente asociado al periodo de señorío del obispado de Tortosa, así como de las barras aragonesas que nos recuerdan su título de Vila real. En cuanto al escudo moderno tiene la misma simbología, pero la colocación es distinta, y pasa de ser circular a cuadrado. El resto de la plaza esta formado por edificios nobles, de sillería, algunas existentes ya en el siglo XV y otras, como el actual Ayuntamiento, bastante más recientes en su construcción.

- CAPILLA DE SAN ANTONIO DE PADUA. Una de las construcciones más características en los pueblos del Matarraña, son los Portales-Capilla, de los cuales, éste dedicado a San Antonio de Padua, es posiblemente uno de los más representativos e interesantes. A mediados del siglo XVIII se le añade la función de Capilla.

- EL PORTAL DE SAN ROQUE, “La capelleta de Sant Roc, lo qui no acudirá, la peste li agarrará” Este estribillo es aun a día de hoy cantado por los niños de Cretas. Como en otros lugares de la comarca, el poder de este santo es invocado como protección contra epidemias y enfermedades, especialmente la peste, que Cretas sufrió a lo largo del siglo XVII y que motivó la construcción de esta capilla y el “hospital” que ocupaba el mismo edificio. Se trataba en realidad de una especie de albergue para necesitados donde acudían los enfermos y los pobres, así como los heridos en tiempo de guerra y que se mantendría en funcionamiento hasta bien entrado el siglo XIX.

Fiestas:

Sus Fiestas Mayores se celebran del 7 al 12 de octubre (8 Santa Pelagia, 12 El Pilar).
También se celebran fiestas del 14 al 16 de agosto.
- San Antonio (17 de enero, hoguera)
- Santa Águeda (hacia el 5 de febrero, fiesta de las mujeres)
- Feria del Vino (primer fin de semana de abril, unido a la feria medieval)
- San Jorge (23 de abril), romería de la ermita (segundo fin de semana de mayo)
Sumado a más celebraciones que dan a este pueblo fama de fiesteros.

Historia:

La prueba más valiosa de la presencia humana en Cretas corresponde a las pinturas rupestres descubiertas en su termino municipal, en 1903, por el arqueólogo Joan Cabré, sobre la llamada “Roca de los Moros” (unos ciervos pintados, un toro, un caballo y una cabra). Estos hallazgos significarían el principio del estudio del hoy llamado Arte rupestre levantino (10.000-6.500 años antes del presente).
Algo más recientes en el tiempo, existen evidencias que permiten afirmar que el pueblo de Cretas se levanta sobre un antiguo asentamiento ibero. Cerca de aquí, en el barranco del Calapatar y en sus alrededores se concentran la mayor parte de los asentamientos ibéricos del Matarraña y más concretamente entre el triangulo Cretas-Calaceite-Mazaleón: los poblados de Els Castellans en Cretas, el poblado de San Antonio de Calaceite y el poblado de San Cristóbal en Mazaleón serían los más representativos del territorio. Entre los siglos V y II a. d. C., se concentró una población tan numerosa como la que actualmente puebla estos lugares,. La mejora de las condiciones de vida y el comercio con los griegos y fenicios favoreció el nacimiento de una cultura “los íberos” y en nuestro caso la tribu de los Ausetanos del Ebro.

Antigua Villa Forjada en su mayor parte en el arte gótico. Los arcos van sucediéndose hasta la plaza Mayor, en cuyo centro se alza un considerable monolito de piedra en el que se muestra el escudo de la villa, datado en 1584 y reconstruido en 1962. En su término municipal se encuentran señalados varios restos arqueológicos que recorren la historia de la población desde la época epipaleolitica hasta la romana.
Varios yacimientos demuestran el asentamiento en la Edad de Bronce. Su periodo halltattico muestra vestigios de una importante defensa amurallada similar a otros lugares como Mas de Madalenes y Els Castellans. También se localizan muestras de ocupación ibérica, en los que se recogen muestras de cerámica pintada y fragmentos de estela. La ocupación esta presente en yacimientos como el de Campo Romano.
Cretas fue reconstruida por Alfonso I, al mismo tiempo que otras poblaciones vecinas como Calaceite, Arnes, y Lledo, y posteriormente entregadas a Pedro Sancho Vidal de Abarca. Tras la batalla de Fraga se perdió de nuevo este territorio, hasta que Ramón Berenguer IV incluyó a Cretas en el lote que le fue cedido a Alcañiz.
En 1179 fue entregada por Alfonso II a la Orden de Calatrava, que impuso su continuidad hasta 1295, año en que Rodrigo Ponce, maestre de la orden, vendió la población al obispo de Tortosa, por un precio anual de tres mil sueldos. El obispo trató de eludir el pago en numerosas ocasiones, por lo que fue necesaria la intervención real.

Turismo:

La historia ha marcado de una manera imborrable su paso en casas de piedra, en portales que defendían antaño la población, en antiguos molinos de aceite, en el asentamiento ibérico "Els Castellets, etc, etc. Su climatología claramente influenciada por el mediterráneo, invita a disfrutar de unos campos llenos de olivos, almendros, viñas, etc. Sus zonas de baño naturales podríamos calificarlas de idílicas.
En las afueras de la población, el Santuario de Nuestra Señora de la Misericordia es otro de los puntos de interés del municipio, como también lo son los bellos parajes del nacimiento del río Algars.
A estos valores podemos añadirle una cocina típica de la zona con carnes verduras y repostería de la mas alta calidad, cocinadas con un Aceite de Oliva Virgen Extra de la zona, regados con nuestros mejores vinos de la tierra, unas gentes tranquilas y amables y una naturaleza que se puede disfrutar en su estado mas salvaje.