Puente Medieval en
Fortanete, la joya oculta del Maestrazgo.
Historia
Edad Media
El origen del
pueblo de Fortanete, tal y como hoy se conoce, se remonta a la Edad Media. En el año 1202 Pedro II, rey de
Aragón, donó el
castillo y villa de Fortanete a la orden del
Hospital de
San Juan de Jerusalén, pasando así a formar parte del señorío de dicha orden
militar, perteneciendo a la encomienda de Aliaga.
La época del esplendor y el patrimonio
monumental
Los siglos xvi y xvii fueron para Fortanete periodos de prosperidad económica, lo que se refleja claramente en la
arquitectura de la localidad. De esta época son la
casa consistorial (siglo xvi) y la
iglesia parroquial (finales del siglo xvii), así como varias
casas solariegas,
ermitas y otras edificaciones que constituyen lo más interesante del patrimonio monumental de la villa. Fue también una época de crecimiento demográfico y de expansión urbana, en la que se amplió el
caserío medieval más allá del antiguo recinto
amurallado. Se trasladó el eje de la vida municipal más al sur, al entorno de la
plaza de la iglesia y el
ayuntamiento.
Etapa contemporánea, tiempo de conflictos
A partir de mediados del siglo xviii, se produjo un fuerte incremento de la población y a su vez, un incremento de las masadas y masicos.
Más tarde, en el siglo xix se inició una etapa de convulsiones políticas y sociales. El momento de máxima virulencia tuvo lugar con las guerras carlistas, cuando Fortanete estuvo largos periodos de tiempo bajo la influencia de las partidas carlistas del Maestrazgo.
Por otro lado, fue a finales del siglo xix cuando Fortanete alcanzó con más de 1700 personas, su máximo histórico de población.
Fortanete durante la Guerra Civil Española y represión de los 50
Durante la guerra civil española Fortanete quedó durante la Ofensiva del Levante anclada en el frente la primera quincena de mayo de 1938, esto ocasionó daños en la población, materiales y humanos. Hasta el 14 de mayo de 1938 el pueblo estaba tras el frente que custodiaba la 220 Brigada Mixta y la 129 Brigada Internacional teniendo que abandonarlo a su suerte el 17, cuando fueron abandonadas las posiciones quedando el pueblo a manos de la represión franquista.
Tras la guerra civil española, de infausto recuerdo en esta zona, llegó la dura posguerra, la represión y el maquis, situación que influyó decisivamente en la despoblación de estas sierras. Entre la época de 1950 y 1980 se produjo un acelerado proceso migratorio y la consiguiente pérdida de la población, hasta quedar está reducida a dos escasos centenares de vecinos.