Encontré este poema bellísimo en una web. El autor está identificado sólo con El de la hoya.
Soy una escritora argentina, me apasionó su poema y quisiera que se pusiera en contacto conmigo para hablar de poesía. Mi nombre es Cristina y circunstancialmente he tenido que cambiar de correo electrónico pues no sé por qué el de Yahoo no me anda: Si alguien puede avisarle de este comentario mío pídanle que me escriba a cristhparke@hotmail. com
Gracias
Cristina
DESPERTADME
Entre los sueños camufladas brotan
penumbras de nostalgias silenciosas;
avisadme si vuelvo entre las cosas,
pues soy doncel que cabalgando anuncia
fulgores de caducas mariposas.
Estalla el trueno en mi garganta rota
visitando la cumbre del estío
donde instaló la luz su poderío
y murió el gladiador tras su derrota.
Pretendo asegurar que soy el mismo,
salpicadme con llamas terrenales
por si puedo encontrar a otros mortales
huyendo de las sombras del abismo.
Dejadme anclado en plácidas sabanas
escuchando el rugido, la berrea,
donde el viento en murmullo se recrea
y el arrullo de lluvias canta nanas.
No olvidéis que estoy vivo, que en mi aguas
todavía se crecen las mareas
y aún despierto gozoso en las mañanas.
2 de enero de 2013
Soy una escritora argentina, me apasionó su poema y quisiera que se pusiera en contacto conmigo para hablar de poesía. Mi nombre es Cristina y circunstancialmente he tenido que cambiar de correo electrónico pues no sé por qué el de Yahoo no me anda: Si alguien puede avisarle de este comentario mío pídanle que me escriba a cristhparke@hotmail. com
Gracias
Cristina
DESPERTADME
Entre los sueños camufladas brotan
penumbras de nostalgias silenciosas;
avisadme si vuelvo entre las cosas,
pues soy doncel que cabalgando anuncia
fulgores de caducas mariposas.
Estalla el trueno en mi garganta rota
visitando la cumbre del estío
donde instaló la luz su poderío
y murió el gladiador tras su derrota.
Pretendo asegurar que soy el mismo,
salpicadme con llamas terrenales
por si puedo encontrar a otros mortales
huyendo de las sombras del abismo.
Dejadme anclado en plácidas sabanas
escuchando el rugido, la berrea,
donde el viento en murmullo se recrea
y el arrullo de lluvias canta nanas.
No olvidéis que estoy vivo, que en mi aguas
todavía se crecen las mareas
y aún despierto gozoso en las mañanas.
2 de enero de 2013