La actual
iglesia parroquial es básicamente una obra del siglo XVII construida sobre una iglesia
gótica anterior. De aquella primitiva iglesia gótica solo subsisten las
bóvedas de crucería estrellada de la nave central y el
ábside poligonal, que ahora queda a los pies del
edificio, pues la actual cabecera barroca se construyó invirtiendo la orientación del templo.
Por lo que respecta a la obra barroca del interior, el crucero se cubre con
cúpula sobre pechinas con ocho
ventanas, cuatro las cuales son simuladas. Los brazos del crucero cuentan con bóvedas de cañón con lunetos y las
capillas laterales, con
cúpulas sobre pechinas.
Entre las capillas, financiadas por ricas
familias de la localidad como los Aliaga o los Matutano, destaca la de los Dolores, situada a los pies, en el lado de la Epístola, que fue añadida con posterioridad a la reforma de la iglesia. Es de planta cuadrada, cubierta con cúpula sobre tambor con ocho ventanas de decoración rococó, que genera al exterior un cimborrio de ladrillo.
El conjunto se completa con la
portada plateresca en
arco de medio punto, enmarcada por
columnas estriadas adosadas y un entablamento cuyo friso está decorado con relieves de tipo vegetal. Sobre ella hay un segundo cuerpo con tres
hornacinas aveneradas; la central, de mayor tamaño, está coronada por una gran figura del Padre Eterno.
La
torre, adosada a la cabecera barroca, tiene tres cuerpos, cuya planta va decreciendo progresivamente. El primero tiene planta cuadrada y está decorado por grandes pilastras que recorren los extremos de sus cuatro lados y sustentan un robusto entablamento. En el segundo cuerpo, con ventanas muy estrechas, se suavizan las
esquinas, dotándolas de un perfil convexo para suavizar el paso del cuadrado inferior a la planta octogonal del tercer cuerpo. Este tiene un gran vano en arco de medio punto en cada uno de sus lados pilastras decorando las esquinas. El remate es un chapitel de
piedra moldurado.