Además del castro ibero-romano de Ateba en el Morrón del Cid, hay varias cuevas que habitó el hombre prehistórico como la Cueva de la Bonifacia, cuyo enclave está junto al arroyo del Cid que afluye a la rambla de las Truchas, viniendo desde Levante tras la Martorella se encuentra un menhir (megalito) que indica su posición mirando a la Peña hacia el Oeste.
En espeleología entre simas, y otras oquedades, caben destacar las Cuevas de los Moros en el barranco de la fuente del Cid y la cueva del Turcacho bajo la loma Gorda, mirando hacia Levante bajo su farallón, y cerca del Masico Marín. Se ven los términos de Portell, Castellfort y Villafranca del Cid.
En espeleología entre simas, y otras oquedades, caben destacar las Cuevas de los Moros en el barranco de la fuente del Cid y la cueva del Turcacho bajo la loma Gorda, mirando hacia Levante bajo su farallón, y cerca del Masico Marín. Se ven los términos de Portell, Castellfort y Villafranca del Cid.