LOS
CIPRESES DEL
CALVARIO
No se puede pensar en el Calvario
Sin sus cipréses, ni a los cipréses,
Sin su Calvario, son dos en uno,
Como dos enamorados el uno del otro.
A la entrada del Calvario,
Te dan la bienvenida,
Son cipréses centenarios,
Impresiona verlos tan altos.
En todo el recorrido,
Te acompañan con toda su grandeza,
De que los ha dotado
La madre
naturaleza.
Todos son hermosos y elegantes,
Pero hay uno tan especial,
El
Ciprés madre, me detengo,
Miro hacia sus ramas,
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