Las
murallas rodean totalmente la villa y en parte están ocultas por las
casas adosadas a las mismas, excepto en la parte norte, en que están totalmente visibles. Parte de las murallas fueron construidas por los caballeros templarios, y en sus tiempos existían al menos cinco
torres, de las que quedan dos en la actualidad, ambas en la parte norte. Las murallas cercaban totalmente la población
medieval, que posteriormente creció a lo largo de la actual
calle Mayor. Entre los accesos destaca el Portal de las Monjas, con su decoración de celosías de yeso.