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MORA DE RUBIELOS.
Dos Castillos arrogantes
con sus murallas grandiosas,
hacen grandes los instantes
de aquellas tierras gozosas.
Viendo Mora de Rubielos
sientes sus brisas de historia,
cuando miras ves sus vuelos
de cornisas que son gloria.
Calles estrechas morunas
en tierras aragonesas,
casas de grandes fortunas
que te dan bellas sorpresas.
Aragoneses de casta
que aguantan su frío invierno,
con la leyenda que arrastra
ese verano de infierno.
Mora tiene su paisaje
entre sierras no lejanas,
en sus piedras tiene anclaje
de hacer las viviendas sanas.
Piedras que son su fortuna
en su valle bien cuidado,
tiene belleza su luna
al ver el cielo anhelado.
Mora de grandes blasones
con escudos bien logrados,
calles que dan emociones
entre templos encantados.
Las cornisas de sus casas
son escudos de otro tiempo,
tienen brillo y la constancia
de ser artistas del viento.
G X Cantalapiedra.
Dos Castillos arrogantes
con sus murallas grandiosas,
hacen grandes los instantes
de aquellas tierras gozosas.
Viendo Mora de Rubielos
sientes sus brisas de historia,
cuando miras ves sus vuelos
de cornisas que son gloria.
Calles estrechas morunas
en tierras aragonesas,
casas de grandes fortunas
que te dan bellas sorpresas.
Aragoneses de casta
que aguantan su frío invierno,
con la leyenda que arrastra
ese verano de infierno.
Mora tiene su paisaje
entre sierras no lejanas,
en sus piedras tiene anclaje
de hacer las viviendas sanas.
Piedras que son su fortuna
en su valle bien cuidado,
tiene belleza su luna
al ver el cielo anhelado.
Mora de grandes blasones
con escudos bien logrados,
calles que dan emociones
entre templos encantados.
Las cornisas de sus casas
son escudos de otro tiempo,
tienen brillo y la constancia
de ser artistas del viento.
G X Cantalapiedra.