Sólo he visitado dos veces este pequeño y acogedor pueblecito de las tierras de
Aragón y quedé prendada de su encanto. Por más que he viajado aun no he encontrado
rincón alguno que me proporcionara tal sensación. Y os puedo asegurar que he estado en lugares muy bellos, pero el cariño que me demostró su gente nunca lo olvidaré. Hasta hoy nunca tuve el valor de agradeceros la hospitalidad y el cariño que recibí de vosotros, pero he tardado bastante en superarlo. Era una espinita que tenía clavada y
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