Junto a estas espectaculares rocas pasa la romería desde Vallibona (Castellón) a Peñarroya de Tastavins, fruto de un suceso que ha hermanado a los dos pueblos.
El descalabro de población que produjo la peste por estas tierras dejó muchos lugares casi despoblados e hizo que un grupo de mozos de Vallibona tuvieran que salir del pueblo para encontrar mujeres con las que casarse. En Peñarroya conocieron a siete huerfanitas con las que concertaron, años más tarde, siete matrimonios que volverían a repoblar Vallibona. Desde 1347 y cada siete años sus habitantes recorren 30 km hasta el santuario de la Virgen de la Fuente de Peñarroya, en recuerdo de este hecho.