Estuve en Peñarroya de Tastavins dos días en junio de 2006. Quedé impresionada por la belleza del entorno y por el pueblo. Felicitaciones a los vecinos que cuidan con mimo esas casas y calles. Precioso. Descubrí el río Tastavins, que a veces ni se ve por dónde discurre por lo hondo del tajo en la roca roja y la fronda verde que se observa al fondo. Es maravilloso pasear a su lado y oir el ruido del agua. Recomiendo alojarse en Mas de Aragonés, ideal para descansar relajarse y disfrutar de lo lindo. Lechuzas, ranas y grillos son ideales para inducir al sueño. Buena gente en todos los sitios.