La
piedra de Rodeno es una
roca arenisca de tipo sedimentaria, su
color rojizo es debido a la presencia de oxido de hierro en su composición.
El
castillo de
Peracense aprovecha al máximo la topografía original del terreno, construido con estas
rocas de rodeno queda casi totalmente integrado en el
paisaje y cuesta diferenciar los muros de la fortaleza de los cortados de la
montaña.