Ermita de
Santa Bárbara
Bárbara, hermosa princesa, fue encarcelada en una
torre por su padre Dióscoro para que ningún hombre pudiera contemplar su belleza. Durante retiro, en contra de los dioses paganos y de su padre, se convirtió al cristianismo. Dióscoro, al enterarse, intentó matarla y Bárbara se
refugió en un peñasco, pero su escondite fue delatado por un pastor. Su padre la capturó y la entregó a las autoridades.
Bárbara al no arrepentirse de su bautismo, fue azotada, mutilada y, finalmente degollada por su propio padre. La justicia divina provocó que, tras la pasión y muerte de Santa Bárbara, un rayo alcanzara a Dióscoro, dándole muerte
Puertomingalvo es una pequeña localidad (pero auténtica joya histórica y patrimonial), que cuenta con 109 habitantes (año 2019) y pertenece a la Red de los
Pueblos más Bonitos de
España. Está enclavado en un precioso entorno natural, en pleno
Parque Cultural del Maestrazgo, al noreste de la comarca de Gúdar-Javalambre.
Un sitio muy tranquilo, ideal para relajarse.
Su
historia se remonta a tiempos de los íberos. Después pasaron por este lugar los
romanos, aunque siglos después el poderío musulmán también estuvo presente por estas tierras.
Será en 1181 cuando Puertomingalvo fue reconquistado por Alfonso II el Casto a los almohades, pasando a formar parte de la Corona de
Aragón. Pasó al obispo de
Zaragoza, Don Raimundo de Castrocol cuando fue donado en 1202 por el rey aragonés Pedro II. Hasta principios del siglo XIX Puertomingalvo siguió perteneciendo al Cabildo y Obispado de Zaragoza.
El núcleo urbano se asienta sobre un promontorio rocoso presidido por el
Castillo de Puertomingalvo. El conjunto de Puertomingalvo está formado por una complicada red de
calles estrechas en las que se levantan bellos ejemplos de
arquitectura medieval y popular.