Uno de los lugares más sobresalientes del municipio, por su calidad paisajística, es el Barranco de los Amanaderos, situado a unos 6 kilómetros del núcleo urbano por una pista forestal. La zona se conoce como los Amanaderos de
Riodeva, debido a que en este lugar mana el
río Deva. Este río desciende vertiginoso por todo el barranco de los Amanaderos, hasta su término en el
molino Montereta; un recorrido total de 10 kilómetros, que presenta un perfil longitudinal con una fuerte pendiente, pues, en tan sólo 5,5 kilómetros, se alcanza un desnivel de 500 metros. Como consecuencia de este desnivel, se originan espectaculares
cascadas y saltos de
agua, entre los que destaca, por su belleza y fácil accesibilidad, el conocido como «El Salto de la
Yegua», de 22 metros de caída y que se encuentra al principio del barranco.
A este salto le siguen otras caídas, en total hay 13 saltos de agua, a continuación se citan algunos de ellos:
la
cascada de las ninfas, de 24 metros
el salto Polainas, de 9 metros
la caída de
San Lorenzo o
Virgen Blanca, de 48 metros
el salto de los Carlistas
el salto de Pedro Pérez, de 20 metros
el salto Montereta, de 10 metros
Además de estas caídas de agua, también existen
cuevas a lo largo del recorrido, como es la «
Cueva Sebastián». El
paisaje que ofrecen los saltos de agua del río Deva, se encuentra potenciado por una rica y variada vegetación, dominada por un denso
pinar de
pino rodeno en la parte más alta del recorrido del río, que va desapareciendo
aguas abajo y da paso a un matorral mediterráneo en que destacan elementos como tomillo, romero y lino.
Este lugar está catalogado como Punto de Interés Geológico, por su geomorfología.