Soy de zaragoza, vivo en guadalajara y mis padres son de 2 pueblos muy pequeños. Creo que lo que hay que procurar (y exigir) es un equilibrio entre el progreso y la tradicion. No es de recibo que de un pueblo de 40 casas se genere de la noche a la mañana una urbanizacion de 400 casas de fin de semana. Existe; ignoro si tambien en este caso; en general una absoluta connivencia entre el poder politico (de los alcaldes y municipes) y el poder economico (promotores) a los que les importa un bledo el respeto a las señas de identidad de una zona, que con la excusa de reactivar una zona, de crear puestos de trabajo y otras zarandajas demagogicas (y falsas) acaban con formas de vida y estructuras rurales que se han mantenido durante generaciones y que la union europea trata de preservar y potenciar manteniendo su esencia.