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TERUEL: 1-TERUEL (TIRWAL) ARAGON 2º PARTE...

1-TERUEL (TIRWAL) ARAGON 2º PARTE

Las Guerras Carlistas, iniciadas contra el gobierno liberal tenían a los insumisos del norte (vascos y navarros), catalanes y valencianos, todos juntos a una activa Institución, que será la Iglesia quien avivaba desde el púlpito la sedición y rebelión contra la monarquía liberal y ésta, inició el proceso de “desamortización de los bienes de la Iglesia” para poder sufragar con medios económicos la formación de un ejército, dotado de pertrechos y soldados para combatir a las partidas facciosas que querían imponer por la fuerza, el régimen absoluto.
El desarrollo de las Guerras Carlistas, la capital se mantuvo fiel a los gobiernos liberales frente al poder carlista del Maestrazgo sin que jamás fuese amenazada por las tropas del general Cabrera, aunque si prepararon expediciones de auxilio contra el acoso carlista en la Tierra Baja y también para acudir en auxilio de Alcañiz en 1838.
Durante la Tercera Guerra Carlista, Teruel fue atacada por Marco de Bello y el pretendiente Alfonso Carlos con un ejército muy numeroso pero fracasaron y sólo consiguieron entrar en los arrabales de la ciudad.
Posteriormente se suceden otros pasajes históricos como la Revolución y Constitución del 1869, el gobierno provisional del general Serrano, el reinado de Amadeo I de Saboya, la I República en 1873, período que termina con el golpe del Estado del general Pavía quien entra con las tropas en el Congreso en 1874, seguido por el pronunciamiento militar del general Martínez Campos en Sagunto en el año 1874, imponiendo por la fuerza de las armas la Restauración de la monarquía borbónica, en la persona de Alfonso XII.
A lo largo del siglo XIX, se consolida como villa importante y tras el incremento demográfico, se produce una expansión en las actividades productivas, especialmente la segunda mitad del siglo XIX.
A finales del siglo XIX la ciudad alcanzó cierta prosperidad por el testimonio de las obras modernistas salpicadas en la ciudad propiciada por la burguesía local que residía en el lugar. En el 1901 es la fecha de la llegada del ferrocarril a la ciudad.
Ya en el siglo XX, se produce un cambio político, con la proclamación de la II República, he iniciada la Guerra Civil, Teruel es ocupada por el bando nacional pero posteriormente por el bando republicano.
Ya entrado el siglo XX y tras la Guerra Civil (1936-1939) Teruel fue protagonista del escenario de la Batalla de Teruel pues en julio de 1936 la sublevación militar triunfo en la capital aragonesa gracias al apoyo de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto de la ciudad.
La llegada de las columnas del Frente Popular procedente de Levante se concentró alrededor de la provincia.
En el diciembre del 1937 con el fin de eliminar la presión que las tropas nacionales ejercían sobre Madrid, el mando republicano reunió a 12 divisiones con más de 110.000 hombres divididos en tres cuerpos de ejército y planteó la estrategia de ocupar Teruel, objetivo conseguido pues fue la única capital reconquistada por la República en el transcurso de la guerra.
Las tropas republicanas al mando del general Vicente Rojo iniciaron la ofensiva el 15 diciembre de 1937 en la zona de Corbalán, con bombardeos aéreos a nudos de comunicaciones y al casco urbano.
La capital estaba defendida por el coronel Domingo Rey d’Harcourt con escasos medios que no alcanzaban a 5000 hombres a los que se unieron más de 15.000 civiles y 1759 militares con otros 1059 de otras posiciones se apostaron para la defensa.
El ejército nacional al mando general Aranda fue a socorrer a los sitiados pero las bajas temperaturas no le permitieron romper el cerco republicano y los defensores se rindieron el 8 de enero de 1938. Posteriormente el coronel Domingo Rey d’Harcourt y el obispo de la Diócesis de Teruel Monseñor Anselmo Polanco fueron asesinados un año posterior en plena retirada de Cataluña en Pont de Molinos (Gerona) por las fuerzas al mando de Enrique Lister.
La respuesta de las tropas nacionales que habían continuado los ataques al mando del general García Valiño desde el 31 de diciembre y hasta el 7 de febrero consiguió adentrarse en la ciudad. Con la intervención de la Legión Cóndor cerraron el sitio el día 20 y el día 22 de febrero se rindieron con más de 15.000 prisioneros y numeroso material bélico. Esta operación retraso la toma de Madrid por las fuerzas nacionales.
En mi libro: “La España critica….una Iberia posible” comento esta tragedia humana y manifiesto: “Desgraciadamente, la anarquía existente en las dos Españas enfrentadas trajo sin por ello olvidar otras sangres inocentes derramadas, con los métodos represivos de los dos bandos que usaron la extrema dureza. Vamos a recordar dos víctimas de esta barbarie, la desaparición de dos personajes que la sufrieron en su persona, dos genios de la pluma Federico García Lorca y Ramiro de Maeztu, inútilmente sacrificados por el odio enfermo de los contendientes.
Olvidemos para siempre esta tragedia, con su memoria histórica y sepultemos definitivamente la triste realidad que denunciaba Mariano José de Larra del convulso periodo decimonónico: “Aquí yace media España, murió de la otra media”.
Recordemos tiempos pasados donde reinaba la armonía en el pueblo y todo el estrato social participaba en actos colectivos como refleja el gran genio pictórico Francisco de Goya en su obra “La Pradera de San Isidro” con escenas de fiestas, alegría común y jolgorio popular y en otros como “La carga de los mamelucos” donde todo un pueblo unido, participa en su lucha contra el invasor francés.
En esta escena de la Guerra de Independencia, ya un ilustrado de mente privilegiada D. Melchor Gaspar de Jovellanos, hacía su análisis personal y decía: “España no lucha por los Borbones, ni por los Fernando; lucha por sus propios derechos, derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes de toda la familia o dinastía.
España lidia por su religión, su Constitución, por su leyes, por sus costumbres, sus usos y en una palabra, por su libertad…”
Terminada la guerra transcurre su historia dentro del régimen de Franco hasta que en el año 1977 se incorpora como villa, tras la Ley de la Reforma Política al nuevo sistema democrático actual.