¡Ole, Ole, y Ole! a las bellezas, con clase y categoria, ¡màs bonita que ninguna! decian los hombres al verla pasar, su sonrisa hera un regalo para el alma, su mirada alegre y luminosa, daba paz al corazòn, y su voz al escucharla acariciaba el hoido, su piel hera aterciopelada, y sus mejillas como rosas sonrosadas hera tan bondadosa, noble, e integra, que no tenia picardia ni maldad, pero hera muy lista e inteligente, ¡yo tube la suerte de conocerla en Barcelona! ¡Pisa morena, pisa con garbo! que un relicario me voy a hacer, con el trocito de mi capote, que haya pisado tan lindo pie! ella si que se merecia esta estrofa del relicario, pies pequeñitos, paso ligero y con gracia, pelo negro azabache, suave como la seda, como se veia su piel, herguida como una flor en primavera, ¡sinceramente ademas de bella, hera una Flor primaveral! como las violetas, o las Rosas! gracias señora por haberla conocido, gracias señora por haberme sonreido algùna vez, y mil gracias por lo buena que Vd. siempre fùe con todo el mundo que la conocio y la necesito en algùna ocasiòn ¡màs bonita que ningùna!.