Maria Rosa, aqui tenia 17 años, los ojos, cejas, eran como los de su hermano Juan eran los que màs se parecian, ojos grandes, negros, la mirada languida y algo triste, que los hacia muy penetrantes y misteriosos, acompañados con una suave sombra natural en las ojeras, su mirada cuando te miraba se transformaba en muy profunda las pestañas eran muy largas oscuras y pobladas, era delicada, dulce y suave, algo timida, muy fina y educada, discreta, prudente, y en conclusiòn (una buena chica) tal como la educaba su madre, que ella admiraba, respetaba, y adoraba, solo queria parecerse a ella. ¡Maria Rosa! ¿donde esta aquella jovencita?. Te transformaste en mujer, y segùramente en una señora interesante, pero aquel encanto de juventud e inocencia, quizas quede algo, siempre nos queda algo, pero con el tiempo lo vamos perdiendo, por los golpes que la vida misma, y las personas nos va dando, pero es natural, sino nùnca madurariamos. ¡Felicidades Maria Rosa, por ser como eras!.