En su término municipal se han encontrado 3 yacimientos ibéricos: el Mirablach, el Castellar y el Lliri. El Mirablach situado en la
sierra del mismo nombre datado entre el 500 a.C. y 50 a.C. en la primera Edad de Hierro fué descubierto en 1916 por el párroco Nicolás Martínez y explorado P. Bosch Gimpera (Institut d'Estudis Catalans), se caracteriza por su situación privilegiada donde siguiendo los esquemas indoeuropeos aparecen trazados de
casas de planta regular y los restos de una
muralla. El Castellar-Más de Llaurador también fué descubierto por Nicolás Martínez podría situarse en el siglo V a.C. aparecieron restos de
cerámica que se encunetran depositados en el
Museo Arqueológico de Catalunya.