Yo tenia 6 años cuando llegue a Abanto. Recuerdo que la carretera, que venía de Cubel, se cortaba de repente y desde allí al pueblo había que ir andando entre huertas, hasta llegar al rio. Justo al otro lado del rio comenzaba la calle, cuesta arriba, de entrada al pueblo. Mi padre era médico y le habian destinado a ese pueblo. Fuimos a vivir a una casa monumental que se encontraba por encima de la fuente. Creo que es la misma casa que aparece en una de las fotos. Durante los primeros tiempos de estancia acudí a la escuela pública, donde el maestro en una ocasión me castigo sin comer por no saberme los rios de España. Tambien recuerdo que, el mismo maestro, nos llevo a la ladera de un monte, no el de la Cruz, para poner con piedras bien gordas el nombre de Franco, de manera que se pudiera leer desde los aviones que, de tarde en tarde, pasaban sobre la vertical del pueblo. Nunca lo olvidaré. Había entonces un cura, ya no recuerdo el nombre, que cuando se emborrachaba se ponía a cantar "Paris se quema, se quema Paris.". Parece mentira con todo el tiempo que ha pasado, que queden recuerdos tan nítidos. Me gustaría volver... Aunque ya no puedo casi con mis huesos, me gustaría mucho. Recuerdo a Fabian, a su hija Maria, al Chato, a un chico que se llamaba Ramiro, a un pobre orate que se pasaba al día en un pequeño jardincillo, sin parar de hablar y sin saber lo que decía, al carpintero al que un día se le quemó la carpinteria... En fin, todos estos recuerdos han brotado viendo las fotos del pueblo por pura casualidad, mientras enredaba an Internet. ¡Abanteños, no dejeis morir el pueblo! Un saludo a todos. Mi nombre es Mariano, y allí se me conocía como Marianito.