Se equivoca la zarzuela GIGANTES Y CABEZUDOS cuando dice "Si las mujeres mandaran, los pueblos y las ciudades serían balsas de aceite". Me imagino que quiere decir que todo sería paz y tranquilidad, orden y trabajo silencioso. Pues yo tuve la suerte de vivir varias veces el 5 de febrero en la Ínsula y recuerdo algo muy distinto cuando ellas celebraban su día. Porque después de asistir a Misa en honor de su patrona Santa Águeda, tomaban las riendas de la población y hacían sentir su autoridad sobre todo el vecindario. Las más mozas subían a la torre de la parroquia y echaban a vuelos las campanas durante un buen rato, haciéndolas encanar por la vehemencia que ponían en su accionar. Y luego, a recorrer el pueblo con alegría bullanguera, cantando jotas a pulmón pleno. De vez en cuando se detenían en lugares estratégicos e improvisaban alegres bailes acompañadas por algún instrumento musical. Y así horas. Y cuando ya habían derrochado demasiadas energías, para reponerse y volver a empezar la fiesta, se sentaban por grupos ante enormes fuentes de farinetas con tostones que las más valientes remojaban con buenas copas de Anís de la Asturiana.
Al día siguiente todos echábamos de menos el jolgorio de la víspera y repetíamos con nostalgia: "Si las mujeres mandaran....."
Al día siguiente todos echábamos de menos el jolgorio de la víspera y repetíamos con nostalgia: "Si las mujeres mandaran....."